BORRON Y CUENTA NUEVA

El aficionado rojiblanco es un incondicional del Athletic y que difícilmente tiene un segundo equipo. Fuera del entorno zurigorri es fácil encontrar aficionados al fútbol con un primer y segundo equipo al que siguen de en la medida en la que el ritmo positivo y negativo se va intercalando. El athletizale es sin duda alguna un seguidor pasional pero también es un aficionado tremendamente pasional, alguien que en su mayoría antepone sus sentimientos sus sensaciones sobre el raciocinio o el análisis meramente deportivo o táctico y que difícilmente es capaz de concretar una visión sosegada y proporcionada de los acontecimientos enclavados en un contexto histórico cuando el balón está rodando. Cuando más disfrutamos es cuando estamos inversos en la pasión que se desata en San Mames, sobre todo cuando nuestros leones despliegan el verdadero potencial que llevan en las piernas. Disfrutamos gritando, cantando y celebrando. Es maravilloso. Gozamos siguiendo cada jugada y rematando cada balón con la mirada. Aplaudiendo en cada córner. Retroalimentándonos con cada balón luchado, en cada disputa. Levantándonos de nuestro asiento cuando el rival se “atreve” desafiar a nuestros leones. Somos el jugador número 12.

Estoy convencido que jueguen los que jueguen, cuando los leones salten hoy al campo de La Rosaleda, lo harán a disputar cada balón, lo harán a ganar y nosotros los athletizales de corazón estaremos ante la tele con los dientes apretados y la mirada fija en el balón. Animando en cada jugada… empezando de cero, olvidando todo lo ocurrido hasta ahora.  Hoy disputamos cuartos de final de la copa del Rey, de nuestro torneo favorito. Los aficionados rojiblancos como ardientes que somos olvidaremos que este año no parece ser el nuestro y soñaremos con otra final. Tal vez sea este año tan gris en el que por fin logremos levantar esa copa tan ansiada. El año en el que saquemos la gabarra de nuevo. El año en el que cuando todo parecía gris se volvió rojiblanco.  

AUPA ATHLETIC!