Sin duda las emociones durante
estos días, cuando uno acude a los aledaños de San Mames son contrapuestas. Por
una parte esta la alegría ya que hace unos pocos días nos dijeron cual sería nuestra
nueva localidad. Estamos todos deseando ver como ruge el nuevo San Mames. Pero
de momento tenemos de cuerpo presente, aunque herido ya de muerte, a SAN MAMES,
a nuestro campo de siempre, al Aita de este nuevo San Mames que cada día crece
mas y mas…
Hoy en el momento que tiraban
parte del gradería donde colgaba nuestro escudo, ese que ya no podemos ver al
final de la calle Pozas… La sensación que he tenido es que estar asistiendo a
un funeral. Al fijarme en las caras de los allí presentes cada vez que la
escavadora derribaba parte de la fachada veía pena, tristeza, melancolía, sensación
de perdida. Seguro que muchos recordaban por donde solían acceder a su
localidad, donde solían quedar con los amigos para entrar… San Mames si algo no
ha estado en todo este “trance” del derribo es solo. Siembre ha tenido los ojos
de algún aficionado clavados en él. Y así será hasta que última piedra sea
retirada. A partir de entonces la leyenda pasará a estar solo en las memorias todos
y cada uno de los que tuvimos la suerte de presenciar un partido en este maravilloso
campo y tendremos la obligación moral de hacer perdurar y transmitir esta
esencia al nuevo campo y no permitir que nadie olvide porque jugamos durante
100 años en la Catedral del futbol mundial.
Aupa Athletic!!
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