Hasta
la expulsión el partido era nuestro. Marcelo Bielsa resumía con estas palabras
lo que habia sido el partido. Y sí, estoy de acuerdo. La primera parte fue una
vuelta a lo que el Athletic nos acostumbró la temporada pasada. Combinaciones
en corto, salida des de atrás con el balón pegado a los pies y protagonismo en
campo contrario antes que en propio. Aparte de Aduriz, lo mejor volvió a ser el
medio campo rojiblanco. Iturraspe, siempre arriesgando, acertó tanto en la
entrega del balón como en el ahogamiento de Jonas, y las combinaciones entre
Muniain y Herrera fueron el reflejo de la actitud del equipo. Lamentablemente,
la segunda parte no fue parecida a la primera. Corría el minuto 10 y Guaita aún no
había aparecido, y diez minutos más tarde el portero che seguía sin requerir protagonismo. Y entonces llegó la
expulsión.
Si
jugásemos en el patio del colegio, la reacción de Herrera es comprensible,
porqué Tino Costa debería haber sido sancionado mucho antes, siempre jugó al
límite y dejó, a lo largo de todo el partido, esos “recados” que acaban por
mostrar cuál es la verdadera naturaleza del jugador.
El problema en el que nos metimos fue que no jugábamos en el patio del colegio, y si bien es cierto que el comportamiento de Tino Costa fue sancionable en varias partes del primer y segundo tiempo, nunca una acción como la de Herrera acepta justificación. A partir de ahí, todo el esfuerzo y actitud (y aptitud) mostrada en el partido, se nos fue igual de rápido que nos había desaparecido en las primeras jornadas de Liga (y de Europa League).
Es
una pena que se nos fueran esos tres puntos que tan claramente el Athletic
mereció por méritos, juego y ocasiones, pero es indiscutible que la expulsión
acabaría regalando el partido al Valencia, que supo jugar con uno más sin
desesperar-se ante la situación, también comprometida, en la que se estaba (y
está) metido el equipo.
Nunca
me gusta señalar a nadie, y menos del Athletic, pero la actuación de ayer en
Mestalla de San José merece mención: sale fresco para cerrar el eje de la zaga
rojiblanca pero en el segundo gol llega tarde a cubrir su marca con la mala
suerte de que la pelota le rebota entre las piernas en el rechace para acabar
en las redes de Gorka. Y comentar el tercero ya no creo que necesite comentario
para todos aquellos que hayan podido ver el partido.
Sin
embargo, y asumiendo todo lo dicho anteriormente, me suscribo totalmente a la
opinión que defiende que el Athletic está muchísimo mejor que hace dos semanas,
pero no se puede estar, ni mucho menos, contento con el rendimiento del equipo.
No supimos defender con la pelota en nuestras botas en los últimos minutos y
acabamos cerrándonos por inercia en nuestra área, asumiéndolo como parte de la
penalización a Herrera.
gracias por tu opinión @ferranStark
https://twitter.com/FerranStark
No hay comentarios:
Publicar un comentario